Baja el termómetro, el frío, viento y la calefacción en el ambiente son factores que pueden afectar de forma negativa al cabello.

¿Cómo afecta el frío del invierno en el cabello? Los efectos del sol y de otros elementos estivales sobre el cabello son muy conocidos. Y también lo son los cuidados y productos que hay que emplear para minimizar estos daños.

Pero, por regla general, al terminar las vacaciones y con el descenso de las temperaturas, los cuidados y atenciones que recibe el cabello suelen bajar de intensidad.

Es un error importante, ya que los factores ambientales vinculados al otoño y al invierno pueden resultar incluso más nocivos para la salud capilar que varias jornadas bajo el sol.

Te lo contamos todo en esta entrada. ¡Sigue leyendo!

Frío, viento, calefacción… así afectan al cabello

Humedad, viento, cambios constantes de temperatura (frío exterior a las calefacciones y viceversa) alteran el buen estado del cabello.

Frío

se produce una menor dilatación de los vasos sanguíneos del cuero cabelludo, que son los que transmiten al resto del cabello los nutrientes que éste necesita para lucir en buenas condiciones y aseguran que los nuevos cabellos que se están «gestando» crezcan fuertes y llenos de vitalidad.

Debido a este menor aporte a los vasos sanguíneos, los poros del cuero cabelludo se cierran, lo que favorece que el cabello se reseque y aumenta el riesgo de que aparezca enrojecimiento y descamación en la zona.

Viento

Además de resultar imposible que un buen peinado se mantenga, se propicia la aparición de nudos y enredos, actúa a modo de secador permanente, abriendo la cutícula y resecando el cabello en exceso, ya que arrastra polvo microscópico que lo ensucian y «electrizan».

Contaminación

Cuyos niveles se disparan en muchas ciudades durante los meses fríos, también tienen un efecto negativo sobre el cabello: las partículas contaminantes presentes en el aire dañan las escamas de la capa protectora del cuero cabelludo y agreden también a la cutícula, alterando las escamas que la configuran, lo que se traduce en un cabello más quebradizo, opaco, decolorado y con las puntas abiertas.

Calefacción

La calefacción, por su parte, es uno de los factores que más agreden a la estructura capilar, haciéndola más porosa, áspera al tacto y sin brillo. El paso continuo del frío exterior a los ambientes caldeados por la calefacción afecta directamente a la humedad del cabello y es uno de los responsables principales de la mayor sequedad capilar que la mayoría de las melenas experimentan en esta época del año.

Ya sabemos que una buena alimentación es fundamental para la salud del cabello. Nutrir el cabello «desde dentro» mediante una dieta adecuada es la mejor forma de asegurar la salud capilar y, también, de reforzar la protección frente al efecto que los factores climatológicos puedan tener sobre ella.

¿Cómo podemos cuidar el cabello en invierno?

El cambio de champú y acondicionador es muy importante dependiendo la época del año. Es un error utilizar siempre el mismo, aquí es fundamental que entre nuestro estilista de confianza ya que va a saber indicarnos que tipo de champú y acondicionador va perfecto para nuestro tipo de cabello en cada estación del año.

Es muy importante utilizar un protector térmico, ya que en invierno vamos a darle mucho uso a los secadores y planchas.

Como hemos mencionado en otras entradas es muy importante el aclarado del cabello con agua tibia, sí, en invierno también. Pues el agua caliente daña la piel del cuero cabelludo e inflama las glándulas sebáceas.

Necesitamos un Extra de hidratación. Los tratamientos hidratantes son tan importantes con el frío del invierno como en verano, así que lo ideal es asistir a nuestro salón de belleza a mimar nuestra melena con un buen tratamiento hidratante y después continuar desde casa con una mascarilla adecuada.

Mucho ojo con el encrespamiento y en «Tratamientos y remedios para el cabello encrespado» a te lo contamos todo.